EL AUTOANÁLISIS
El autoanálisis es un concepto que han
venido defendiendo diversos psicoanalistas desde Karen Horney hasta Enrique
González Rojo, tiene por objeto dotar al individuo de ciertas habilidades
intelectuales y procedimentales para que Él mismo realice un análisis profundo
de su propio mundo psíquico sin ayuda de un terapeuta y sin la dependencia que
muchas veces esta relación (paciente-terapeuta) crea.
Hay diversos medios para alcanzar un
análisis profundo de tipo metapsicológico, para Gustavo Lanza Castelli como
para Enrique González la escritura de una especie de diario íntimo del mundo
psíquico resulta un medio eficaz para alcanzarlo.
Pero ¿qué debemos escribir en ese
diario íntimo? para Enrique González Rojo, en su psicoanálisis autogestionario
recomienda:
1. Escribir sobre sus propios sueños.
2. Escribir sobre la interpretación de
esos sueños.
3. Escribir sobre los olvidos.
4. Las conductas asociadas con la
psicopatología de la vida cotidiana.
5. La libre asociación de ideas.
6. El automatismo gráfico
7. Autobiografía psicológica y
metapsicológica.
Por su parte Gustavo Lanza plantea que
la autoreflexión debería girar en torno:
1. El registro y diferenciación de la
vida cognitiva, impulsiva y emocional;
2. La capacidad para establecer nexos
entre estos elementos y diversas situaciones vitales
3. la capacidad de discernir a los
propios procesos mentales como tales, diferenciándolos de la realidad efectiva
4. la capacidad, en suma, de pensar
sobre la experiencia emocional, manteniendo la conexión con la misma
5. Un inventario de temas problemáticos
recurrentes. Estos temas se pueden relacionar con las situaciones específicas
en las que han surgido, lo que permite una mayor comprensión del tema en
cuestión y, tal vez, la apertura de nuevas vías de exploración.
En general la cura psicoanalítica pasa
por hacer consciente lo inconsciente, hacer conscientes aquellas ideas,
sentimientos, emociones “... que han sido apartados de la percatación
consciente por obra de una defensa que se les opone.
Por otro, aquella rica variedad de
elementos (pensamientos, vivencias, modalidades vinculares, identificaciones,
creencias acerca de uno mismo y del otro, expectativas presentes en los
vínculos, modos de funcionamiento del propio pensamiento, etc.) que no son
conscientes, pero no debido a la operatoria de una defensa, sino porque se
desarrollan según procesamientos automáticos, que están fuera de la conciencia,
que funcionan en paralelo con los procesos conscientes”.
Para el Tercer Centro de Psicoterapia
Cognitiva de Roma la cura de cualquier psicopatología depende de la comprensión
de los procesos metacognitivos, a los que subdividen en tres clases: (1)
autorreflexividad, (2) comprensión de la mente ajena, (3) procesos de control,
es decir, solo a partir de una profunda reflexión en torno a nuestros propios
procesos mentales, alcanzaremos el self o autoconocimiento necesario para el
desarrollo de una vida plena y porque no, feliz.
En este orden de idea la autoreflexión
para Lanza Castelli implica:
1. “...el registro y diferenciación de
las emociones.
2. La posibilidad de pensar acerca de
las mismas.
3. La capacidad de establecer nexos
entre diversos procesos mentales o entre éstos y las circunstancias externas,
etc”.
Quien escribe en su diario de
autoexploración, entonces, lleva a cabo un trabajo, guiado por un interrogante
y un deseo, buscando monitorear, registrar y pensar acerca de la propia vida
mental, con la finalidad de lograr modificaciones en distintos aspectos
problemáticos de su funcionamiento psicológico e interpersonal. Para ello es
necesaria una condición esencial: la decisión de afrontar aspectos del propio
mundo interno que despiertan ansiedad, temor y diversos sentimientos
displacenteros”.
Castelli en su ensayo describe tres
formas de autoexploración que pueden ser correlativas:
“Las formas de la autoexploración: Son
tres las formas en que puede llevarse a cabo esta actividad en el diario:
1. automonitoreo-autorregistro,
2. autoanálisis,
3. Relectura".
La posición de Castelli como la de
González Rojo son coherentes con las más antiguas tradiciones filosóficas de
oriente y occidente; el conócete a tí mismo es un imperativo moral inaplazable,
necesario para una vida humana auténticamente feliz.
Desde el punto de vista terapéutico, el
auto registro, el diario íntimo, constituye un instrumento muy importante para
el desarrollo del paciente, un desarrollo autónomo y no directivo, un
desarrollo a la medida de sus posibilidades, sujeto a la gradualidad propia de
la comprensión que alcance de sí mismo.
Creo que la posición de Castelli como
la de González Rojo responde a la convicción que en el paciente, en el hombre
afectado emocionalmente, reposan las condiciones, los recursos psíquicos
necesarios a su propia curación. Desde luego, desde un enfoque
cognitivo-racionalista, el autorregistro es útil en cuanto evidencia las
cogniciones distorsionadas del paciente, causa eficiente de sus “trastornos
emocionales” y desde allí, el terapeuta podrá recomendar las ideas racionales,
las cogniciones correctas para superar su sufrimiento.
Sea de esto lo que fuere, el
autorregistro, el diario íntimo del mundo psíquico del paciente,
emancipa al paciente de la posición pasiva de las psicoterapias tradicionales y
lo hace protagonista de su propio tratamiento, le permite la comprensión de sus
problemas, le ayuda a dirigir en forma más productivas sus energías y lo hace
autónomo.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
1. González Rojo Enrique. Hacía un Psicoanálisis autogestionario.
1995
2. Lanza Castelli Gustavo. Autoexploración, escritura y psicoterapia.
3. Lanza Castelli Gustavo. Uso del diario personal en la
psicoterapia psicoanalítica.
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