LA RIGIDEZ DE LAS ESTRUCTURAS
MENTALES Y LAS DIFICULTADES PARA LA REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA
PRIMERA PARTE
Los juicios e interpretaciones que
los hombres hacen de la realidad dependen de las estructuras cognitivas que han
formado a lo largo de toda su vida, mediadas necesariamente por diversos
contextos (social, familiar, escolar. etc.) Son cogniciones, ideas,
representaciones más o menos objetivas de la realidad; el desarrollo, entendido
como una forma superior o progresiva de adaptación al medio o equilibración, se
alcanza siempre con la modificación de estos esquemas. El desafío de la escuela
consiste en promover estos cambios ¿Cómo hacerlo?
Las ideas, relacionadas unas con
otras, forman marcos de orientación y referencia que sirven al hombre para
satisfacer su necesidad psicológica de orientación y explicar el mundo
que lo rodea, esas estructuras cognitivas con su lógica idiosincrática, por lo
que la experiencia ha podido constatar, son en muchos casos, rígidas,
inflexibles y se resisten al cambio.
Las personas temen a menudo,
modificar la forma como interpretan la realidad o cómo la explican, ese marco
de orientación, con el que llegan con frecuencia los estudiantes al aula o al
que se aferran, con obstinación, muchas personas, es difícil de modificar, de
hecho, las formas en que los estudiantes se explican el mundo no siempre varía
a lo largo de su proceso escolar.
Esas ideas fosilizadas por la
fuerza de la costumbre o por la autoridad de quienes las han aprendido,
se robustecen por las emociones de las que son revestidas. No es claro
aún el fenómeno psicológico que explica la forma en que ciertos razonamientos
se relacionan con ciertas emociones, impidiendo así un examen crítico y en
consecuencia su modificación estructural, lo que sí es evidente son los efectos
de esta relación: el fanatismo, los prejuicios, la ignorancia.
Es indudable que buena parte de
las concepciones que las personas tienen sobre su vida, la sociedad y el mundo
están cargadas de prejuicios, sesgos emocionales, distorsiones cognitivas, etc.
y modificar estas interpretaciones a fin de hacerlas más racionales no es
sencillo debido precisamente a la rigidez de estas concepciones. Son las
emociones o mejor la enorme carga afectiva que tienen ciertas ideas las
responsables de esta rigidez intelectual y de la incapacidad que tienen las
personas para reestructurarlas o modificarlas del todo.
Desde Baruch Spinoza se
insiste en que el hombre no es una mera “entelequia racional” o un organismo
meramente biológico, es un conjunto dinámico de fenómenos genéticos,
biológicos, psíquicos, cognitivos y sociales que determina su carácter y
la forma como concibe el mundo.
Desde la Psicología Cognitiva,
particularmente, desde los enfoques cognitivos conductuales se insiste en la
posibilidad de modificar estas representaciones idiosincráticas a partir de la
confrontación del sujeto con la realidad, con la verdad (la verdad objetiva o
lógica si lo prefieren); del mismo modo, desde el psicoanálisis humanista de
Fromm se considera posible modificar la forma como el hombre concibe la
realidad a partir no solo de su confrontación con la verdad sino también cuando
su estilo de vida cambie hacia una orientación más humana.
REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA A PARTIR DE LOS ENFOQUES COGNITIVOS CONDUCTUALES
ALBERT ELLIS PADRE DE LA PSICOTERAPIA COGNITIVA
Albert Ellis plantea que los problemas en la salud mental de los individuos devienen de la irracionalidad de sus creencias frente a los acontecimientos que enfrentan. Esta es una vieja idea estoica según la cual, no son los problemas en sí mismos los que producen malestar emocional en las personas, sino las ideas que se forman de ellos las que los conturban.
“En resumen, no son los acontecimientos
externos por lo general (salvo eventos externos o internos extremos: p.e
"terremoto", "dolor extremo") los que producen las
consecuencias conductuales, emocionales y cognitivas. Más bien el propio
sujeto, aplicando su proceso de valoración personal sobre esos eventos, quién
en última instancia produce esas consecuencias ante esos eventos.
El que esos eventos tengan una mayor o menor
resonancia en sus consecuencias, es decir produzcan estados emocionales
perturbadores extremos e irracionales o racionales dependerá fundamentalmente
de las actitudes valorativas (creencias) de ese sujeto particular” (Ellis).
Sus principales planteamientos teóricos son:
“A- METAS Y RACIONALIDAD:
Los hombres son más felices cuando se proponen metas y se
esfuerzan por alcanzarlas racionalmente.
Las
principales metas humanas se pueden englobar en:
a- Supervivencia.
b- La felicidad. Esta última puede ser perseguida a través
de una o varias de las siguientes subtemas:
- Aprobación o afecto.
- Éxito y Competencia personal en diversos asuntos.
- Bienestar físico, emocional o social.
En este punto, Ellis, destaca la fuerte concepción filosófica de su terapia (siguiendo en gran medida la tradición estoica) donde los humanos son seres propositivos en busca de metas personales, que constituyen a su vez, las "filosofías personales" de cada cual.
¿QUÉ ES PENSAR RACIONALMENTE SEGÚN ALBERT ELLIS?
Para Albert Ellis en su Manual de terapia racional emotiva, pensar racionalmente implica pensar clara, científica y flexiblemente, es decir, pensar libres de prejuicios, fanatismos y supersticiones. Ellis, añade, pensar racionalmente es:
·
Elegir valores, propósitos, metas o ideales
productores de felicidad.
·
Utilizar formas eficaces, flexibles,
científicas y lógico-empíricas de a alcanzar estos valores y metas y de
·
Evitar resultados contradictorios y
contraproducentes.
Para Ellis pensar racionalmente es utilizar de continuo el método lógico-empírico, es decir, es utilizar reglas lógicas aplicadas a la práctica de vida.
Este enfoque cognitivo-racionalista resulta, como enfoque teórico muy atractivo: “Los trastornos emocionales” pueden superarse siempre que el paciente (o cliente) corrija sus concepciones erróneas o distorsionadas, reemplazándolas por otras racionales, esto es, claras, flexibles, y científicas a través del método lógico-empírico, sin embargo, en la práctica resulta muy complejo.
La mayoría de los hombres estamos dominados por creencias, supersticiones y prejuicios, obsesiones que resultan cómodas a la hora de enfrentar problemas fundamentales en la vida como, la separación, la enfermedad entre otros y dudosamente queremos reemplazarlas.
Spinoza en su famosa Ética solía advertir que no era a través de la razón únicamente, que los hombres podíamos reemplazar cogniciones distorsionadas, sino a través de la razón inducida por la emoción, como lo logramos.
En relación con las causas de la enfermedad mental Ellis, considera que tiene lugar como consecuencia de las creencias irracionales de los sujetos, ¿pero qué factores son los responsables de estas creencias irracionales? llegados a este lugar presento el siguiente cuadro comparativo entre las ideas de Ellis y su psicoterapia de tipo racional-emocional y el psicoanálisis, aventurado posibles consecuencias de uno y otro marco de orientación (Ver figura 1):
Figura 1: cuadro
comparativo entre las ideas de Ellis y su psicoterapia de tipo
racional-emocional y el psicoanálisis.
Psicoterapia Racional-Emocional
Albert Ellis
|
Psicoanálisis humanista de Fromm
|
Conclusiones
|
Ellis considera
que las creencias irracionales aquellas que explican la perturbación mental
tienen origen en la forma en que se adquirieron (adquisición) y en la forma
en que son conservadas por el sujeto.
Para Ellis estas
creencias irracionales tiene dos orígenes fundamentales :
“a- Tendencia innata
de los humanos a la irracionalidad:
Los seres humanos
tienen en sus cerebros sectores pre-corticales productos de su evolución como
especie que facilitan la aparición de tendencias irracionales en su conducta.
b- Historia de
aprendizaje:
Los seres humanos,
sobretodo, en la época de socialización infantil, pueden aprender de su
experiencia directa o de modelos socio-familiares determinadas creencias
irracionales.
También se destaca
en este punto que una persona puede haber aprendido creencias y conductas
racionales que le hacen tener una actitud preferencial o de deseo ante
determinados objetivos, pero debido a sus tendencias innatas puede
convertirlas en creencias irracionales o exigencias.
En cualquier caso,
las creencias irracionales son aprendidas por el sujeto en su familia o en
otros ámbitos de socialización infantil, incluso las creencias racionales
pueden convertirse en irracionales en virtud de las disposiciones innatas del
cerebro, “la acción pre-cortical”
En relación con la
conservación o mantenimiento de las creencias irracionales, Ellis las
atribuye:
a- Baja
tolerancia a la frustración: La persona, siguiendo sus exigencias
de bienestar,
practica un hedonismo a corto plazo ("Tengo que estar bien ya!")
que le hacen no esforzarse por cambiar ("Debería ser más
fácil").
b- Mecanismos
de defensa psicológicos: Derivados de la baja tolerancia a la frustración
y de la intolerancia al malestar.
c- Síntomas
secundarios: Derivados también de la baja tolerancia a la frustración y de la
intolerancia al malestar. Constituyen problemas
secundarios y
consisten en "ESTAR PERTURBADOS POR LA PERTURBACIÓN" (p.e ansiedad
por estar ansioso: "Estoy ansioso y no debería estarlo").
En resumen se
destaca el papel de la baja tolerancia a la frustración derivado de una creencia
irracional de bienestar exigente o inmediato.
Esta psicoterapia
es de mera adaptación, busca confrontar al individuo con sus discursos
irracionales, considera que a través de técnicas cognitivas y conductuales
pueden modificarse estos discursos, estas estructuras cognitivas y lograrse
la recuperación funcional del individuo aunque las causas objetivas de los
trastornos permanezca, porque además está psicoterapia no se pregunta por las
causas objetivas del trastorno toda vez que esta psicoterapia bebe del
antiguo lema estoico, según el cual los acontecimientos, los problemas
dependen de las ideas que nos formemos de ellos o la forma en que los vemos.
|
El Psicoanálisis
humanista de Fromm en cambio considera que las perturbaciones psicológicas en
los individuos se debe, en términos generales, a una fundamental
incongruencia entre su naturaleza humana (conjunto de características
exclusivas e inherentes a todos los hombres y mujeres en la tierra, sin
distinción de edad, sexo, estirpe o condición, a saber: sus aspiraciones
vitales y sus necesidades psicológicas) y la forma de vida de la sociedad o
medio social en el que se desenvuelven.
Fromm no invalida
el principal descubrimiento de Freud, ni las consecuencias que en la
formación de la personalidad del individuo tiene el inconsciente, sólo que
desplaza el instinto sexual ( y su represión) como la principal causa de la
formación de la personalidad del sujeto y sus trastornos psíquicos, hacia la
necesidad de vivir humanamente a través del desarrollo de todas las
potencialidades propias de su naturaleza humana: el amor, la creatividad, la
libertad, la autonomía y un sentimiento de unidad con el universo.
Para Fromm, más
que el instinto sexual, lo que determina la personalidad o el carácter en las
personas, es la necesidad de protección, de amor y de unidad, primero con su
madre y luego del grupo al que pertenece.
La amenaza a su
integridad derivada de la pérdida de este sentimiento de protección, de
afecto o de unidad con los demás, le produce diversos miedos que necesita
trascender, la forma en que lo hace expresa el tipo de carácter (o
personalidad) que lo va alentar durante toda su vida. En general, para
trascender los miedos conscientes o inconscientes, los hombres tienen dos
opciones: o lo hacen a través del amor a la vida (biofilia- concepto que
evoluciona del eros freudiano de su “Malestar de la Cultura”) o mediante el
“amor a la muerte” (Necrofilia- concepto que evoluciona del Tánatos
freudiano…)
Las formas
enfermas del carácter individual devienen del desarrollo necrofilico de la
personalidad.
La psicoterapia Frommiana adoptaría los métodos
psicoanalíticos de Freud: Interpretación de los sueños, lapsus verbales,
actos fallidos, asociación de ideas como medios para identificar el drama del
paciente, estoy seguro ante todo propondría (de hecho Fromm propone) un
cambio radical en las formas de vida de la sociedad contemporánea a fin de
convertirla en una sociedad auténticamente humana, en donde el hombre y su
personalidad total se desenvuelva libremente.
|
Evidentemente en
la concepción de Ellis, la
personalidad de los individuos no es otra cosa que estructuras cognitivas de
creencias racionales o no, aprendidas conscientemente y luego reproducidas
frente a experiencias concretas.
Esta concepción cognitivista de los procesos
psicológicos en los individuos niega como es obvio la presencia de contenidos
inconscientes (es decir, niega el mayor descubrimiento del psicoanálisis: el
inconsciente, como el depósito de todas las pasiones, deseos y
experiencias reprimidas por el individuo para integridad y pervivencia
del Yo) en los individuos, material
que no tiene una estructura lógica como las estructuras cognitivas típicas de
los procesos conscientes de aprendizajes.
|
La teoría de Ellis se base en la relación A
(Cualquier evento activante) que según las B (creencias casi siempre
irracionales) producen consecuencias C (Conductuales y emocionales)
La mayor parte de las ideas irracionales para
Ellis, quizás basado en su clínica, son las siguientes:
a.
La idea que uno debe ser amado y aceptado por
cualquier persona significativa y relevante de su vida.
b.
La idea de que uno tiene que ser muy competente
y eficaz para poder considerarse útil y válido.
c.
La idea
de que hay un cierto tipo de gente indeseable y despreciable que debería ser
severamente castigada.
d.
La idea de que es terrible y catastrófico que
las cosas no sucedan como a uno le gustaría.
e.
La idea de que la desgracia humana se origina
por causas externas y que la gente no tiene ninguna posibilidad de controlarlas
f.
La idea de controlarlo todo.
g.
La idea de que si algo puede llegar a ser
peligroso o terrible uno debe estar muy preocupado y deberá estar pensando
constantemente en la posibilidad de que esto ocurra.
h.
La idea que es más fácil evitar que afrontar
ciertas responsabilidades y dificultades en la vida.
i.
La idea de que se debe depender de los demás y
que se necesita alguien más fuerte en quien confiar.
j.
La idea de que uno debería estar preocupado por
los demás y las perturbaciones de los demás.
k.
La idea de que existe una solución precisa y
correcta para los problemas y que es terrible si uno no da con una solución
maravillosa.
Estas ideas irracionales pueden sintetizarse en
tres:
a.
la que debo ser competente, adecuado, eficaz y
que tengo que ganar la aprobación y aceptación de cualquier persona relevante
de mi vida.
b.
la de que los demás me deberían tratar con
cariño, bondadosamente, cuando yo quisiera Y
C. que necesito y
tengo que poseer aquellas cosas que realmente quiero.
FIN DE LA PRIMERA PARTE