EL AUTORITARISMO COMO
FORMA ENAJENADA DE TRASCENDER EL MIEDO INDIVIDUAL Y COLECTIVO A A LA LIBERTAD
Todos los
seres humanos además de compartir características biológicas,
compartimos también características psicológicas comunes, unas y otras forman
lo que a menudo llamamos naturaleza humana.
¿Cuáles
son esos rasgos característicos de la naturaleza humana?
1.
La naturaleza de toda vida en los términos más generales, es preservar y
afirmar su propia existencia; nos referimos al instinto de la
auto-conservación, al conatus de Spinoza:
“¿Qué
es el conatus de Spinoza en términos biológicos actuales? Es el conjunto de
disposiciones establecidas en los circuitos cerebrales que, una vez activadas
por condiciones internas o ambientales, buscan tanto la supervivencia como el
bienestar” (Damasio, 2009).
2.
La existencia y despliegue de las potencias específicas de un organismo son una
misma cosa; el fin de la vida del hombre, por consiguiente, debe ser entendido
como el despliegue de sus poderes de acuerdo con las leyes de la naturaleza.
3.
Únicamente puede afirmar sus potencialidades humanas realizando su individualidad.
4.
El deber de estar vivo es el mismo que el deber de llegar a ser “si mismo”,
desarrollarse hasta ser el individuo que
cada uno es potencialmente.
5.
El hombre vive en un estado permanente de perplejidad, quiere vivir aunque, es
consciente que debe morir algún día; quiere encontrar la armonía en medio de
este desequilibrio. La más fundamental dicotomía existencial del hombre es el
de la vida y la muerte.
6.
El hombre encuentra su felicidad y la realización plena de sus facultades
únicamente en relación y solidaridad con los demás, con sus semejantes.
CONSECUENCIAS DE LAS
DICOTOMIAS EXISTENCIALES EN EL HOMBRE Y SU INFLUJO EN LA FORMACIÓN DEL CARÁCTER
Una
de las cualidades peculiares de la mente humana es que al enfrentarse con una
contradicción no puede permanecer pasivo, sino que entra en acción a fin de
resolverla (Fromm, 2003):
1.
Puede apaciguar su mente por medio de ideologías armonizantes y suavizadoras.
2.
Puede tratar de escapar de su inquietud interior por medio de una actividad
incesante, en los placeres en los negocios.
3.
Puede tratar de abolir su libertad y transformarse en instrumento de poderes
externos, sumergiendo su propio ser en ellos. Sin
embargo, permanece inquieto, ansioso, insatisfecho (Fromm, 2003).
Entre las dicotomías existenciales comunes a todos
los hombres encontramos dos fundamentales y típicamente humanas: el miedo y el
amor, sentimientos poderosos que potencian dos tendencias caracterológicas
distintas la biofilia y la necrofilia.
El miedo es una cualidad específicamente humana, en
cuanto solo el hombre es consciente de su finitud y de las diversas amenazas
presentes o futuras a su existencia: ¿qué comeré?, ¿qué vestiré?, ¿cómo
sobreviviré? Son preguntas que reflejan esta angustia existencial, también la
soledad o el sentimiento de separatidad afligen profundamente al hombre.
El miedo es un sentimiento agobiante y el hombre si
quiere sobrevivir debe trascenderlo y solo hay dos formas de hacerlo: o por el
amor en general, especialmente el amor a la vida; o por la muerte o necrofilia,
en uno u otro caso la forma específica en que el hombre trascienda sus miedos
consientes o inconscientes, determina la forma característica de su carácter,
de sus energías psíquicas.
Elaboración Diego Fdo. Zambrano |
En
general, las circunstancias que pueden desarrollar en los hombres una tendencia
hacía Eros (el amor) o hacía Tanatos (la necrofilia) son de orden
socio-cultural, especialmente histórico-económico y de orden psicológico:
CIRCUNSTANCIAS QUE
POTENCIAN EL MIEDO EN LOS SERES HUMANOS
Las
que potencian el miedo y en consecuencia caracteres necrofilicos son en el
orden socio-cultural, especialmente en el ámbito histórico-económico:
La
estructura social patriarcal autoritaria, que privilegia la autoridad del padre
con todos sus defectos: arbitrariedad, la obediencia, la penalización de la
crítica, la desigualdad.
El
desarrollo del sistema capitalista que destruye todos los lazos tradicionales
entre los hombres, privilegia la competencia, la propiedad, e instrumentaliza
al hombre convirtiéndolo en medio y no en un fin en sí mismo.
La
propaganda del miedo como el más eficaz instrumento de dominación.
Los
estratos más bajos de la sociedad que obtienen poca gratificación de la vida,
tienen una precaria instrucción, perciben su lenta marginación, que en la
competencia diaria por la supervivencia, que en su caso es mucho más agresiva,
no encuentran amigos, sino rivales, van acumulando una extraordinaria cólera,
que no saben con certeza, contra quien dirigir.
La
clase media también se percibe amenazada, por las grandes compañías
capitalistas, que amenazan su subsistencia.
Desde
el punto de vista Psicológico:
La
sensación de soledad física y moral en medio de una sociedad altamente
competitiva,
El
miedo a la sobrevivencia que cada vez se hace más difícil.
El
sentimiento de impotencia, es decir, la incapacidad para modificar las
amenazas.
La
alienación, es decir, el sentirse un extraño de su propia vida. Todas las cosas
que realiza le resultan extrañas y ajenas, lo que exacerba su impotencia.
El
sentimiento de impotencia, soledad y miedo producen tal impresión en la psiquis
de los individuos, tal angustia irresistible, que para trascenderla prefieren
renunciar a su libertad en favor de un líder, un partido fuerte, tendencias autoritarias, creencias
religiosas autoritarias etc. (dependiendo del contexto), cualquier cosa que les brinde
seguridad, la impresión de pertenecer a un grupo y la supresión, al menos
temporal del miedo.
Existe
solamente una manera en que el hombre puede enfrentarse a las contradicciones o
dicotomías propias de su existencia: con el amor a la vida, el trabajo creativo
y enfrentándose con la verdad:
Solamente
reconociendo:
La
situación humana.
Las
dicotomías inherentes a su existencia.
Y
su capacidad para desplegar sus poderes
Será
capaz el hombre de tener éxito en su tarea: de ser él mismo, para sí mismo y
alcanzar la felicidad desplegando sus potencialidades la razón, el amor, la
libertad, la autonomía, la creatividad y el sentimiento de unidad con el
universo.
FUENTES BIBLIOGRAFICAS
Damasio, A. (2009). En
busca de Spinoza. Neurobiología de la emoción y los sentimientos.
Barcelona: Crítica.
Fromm, E. (1997). Ética
y Psicoanálisis. Mexico D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Fromm, E. Religión y Psicoanalisis.
Fromm, E. (2008). Las
cadenas de la ilusión: una autobigrafía intelectual. Barcelona: Paidos
Iberica.