LA COGNICIÓN SITUADA Y EL APRENDIZAJE DE
CONCEPTOS CIENTÍFICOS
La
cognición situada representa una concepción particular y dinámica de los
procesos de enseñanza-aprendizaje que parte de la “…premisa de que el
conocimiento es situado, es parte y producto de la actividad, el contexto y la
cultura en que se desarrolla y utiliza…, que… aprender y hacer son
acciones inseparables. Y en consecuencia, un principio nodal de este enfoque
plantea que los alumnos (aprendices o novicios) deben aprender en el contexto
pertinente" [1].
La
cognición situada surge en oposición a la forma en que tradicionalmente se
abordan el conocimiento, la enseñanza y el aprendizaje en la escuela. Frente a
la concepción cognitiva-racionalista que concibe el conocimiento como una
construcción ajena a la escuela y a los estudiantes, opone el argumento que el
conocimiento es contextual y construido socialmente; frente a una visión
heteroestructurante de la escuela y el conocimiento, donde el docente trasmite
saberes de los que el estudiante se apropia pasivamente, opone una visión
autoestructurante en la que el “…niño tiene todas las condiciones necesarias
para jalonar su propio desarrollo”[2].
Frente a
una enseñanza de conocimientos “…declarativos abstractos y descontextualizados…inertes,
poco útiles y escasamente motivantes, de relevancia social limitada…se aboga
por una enseñanza centrada en prácticas educativas auténticas, las cuales
requieren ser coherentes, significativas y propositivas”[3].
Pero
¿cómo se logran estos aprendizajes
contextuales, significativos y auténticos? A través de “…procesos del andamiaje
del enseñante y los pares, la negociación mutua
de significados y la construcción conjunta de los saberes. Así, en un
modelo de enseñanza situada, resaltarán la importancia de la influencia de los
agentes educativos, que se traducen en prácticas pedagógicas deliberadas, en
mecanismos de mediación y ayuda ajustada a las necesidades del alumno y del
contexto, así como de las estrategias que promuevan un aprendizaje colaborativo o recíproco"[4].
Así
mismo, suelen citarse los modelos de equipo de investigación científica, los
modelos de aprendizaje artesanal, la participación periférica legitima, la
enseñanza recíproca, la construcción colectiva del conocimiento, las
comunidades de aprendizaje, la alfabetización tecnológica y los aprendizajes
experienciales, como modelos instruccionales derivados de los estudios en
cognición y aprendizajes situados[5].
Figura 1:
Cognición Situada. Fuente elaboración propia.
ALGUNAS APROXIMACIONES EPISTEMOLÓGICAS A LA CONCEPCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN EL PARADIGMA DE
LA COGNICIÓN SITUADA
La
construcción teórica del concepto de Cognición Situada lo inscribe en el
paradigma socio-histórico de Vygotsky, sin embargo, (estas construcciones teoricas del concepto) omiten a menudo la
distinción vigotskyana entre conceptos
cotidianos y conceptos científicos que por extensión es la misma que debe
hacerse entre el conocimiento cotidiano, coloquial o idiosincrático de los
estudiantes o de cualquier sujeto y el conocimiento científico que es
producto de procesos sistemáticos y rigurosos de investigación. No es lo mismo
aprender conceptos cotidianos que casi siempre se aprenden en contextos
diversos, muy próximos, (familia, grupos de amigos, entre otros), que aprender
conceptos científicos, abstractos y pertenecientes a estructuras conceptuales
mucho más generales (teorías), cuyo aprendizaje no alcanza el estudiante en sus contextos sociales
habituales.
“Según Vygotsky (1934), los conceptos
verdaderos son los conceptos científicos adquiridos a través de la instrucción.
A diferencia de los conceptos espontáneos, los conceptos científicos tienen
tres rasgos característicos en su adquisición (ver también BAVYDOV, 1972):
a)
Los
conceptos científicos forman parte de un sistema.
b)
Se
adquieren a través de una toma de conciencia de la propia actividad mental.
c)
Implican
una relación especial con el objeto basada en la internalización de la esencia
del concepto.
…la sistematización y la toma de
conciencia son inseparables en el aprendizaje de conceptos científicos. A
diferencia de los conceptos espontáneos en los que la actividad consciente está
dirigida hacia los propios objetos, a
cuyos rasgos se aplican los procesos de generalización y análisis, en la
formación de los verdaderos conceptos la conciencia de los sujetos está
dirigida hacía los propios conceptos. Por ello los conceptos espontáneos y
científicos se aprenden por vías opuestas;…un concepto científico sólo adquiere
significado por su relación con otros conceptos dentro de la pirámide (de
conceptos). ...Por ello, en la adquisición de conceptos científicos, conciencia
y sistematización –u organización en forma de estructuras de conceptos- son una
misma cosa, ya que los conceptos se adquieren tomando conciencia de su relación
con otros conceptos dentro de la pirámide.
De esta forma, los diferentes procesos
seguidos en el aprendizaje de los conceptos espontáneos y científicos
determinan definiciones y estructuraciones distintas de los mismos. Así, los
conceptos espontáneos se adquieren y se definen a partir de los objetos a los
que se refieren, por su referencia, mientras los conceptos científicos se
adquieren siempre por relación jerárquica con otros con conceptos, por su
sentido”[6].
¿Qué
ocurre entonces con el aprendizaje de conceptos científicos en el ámbito de la
cognición situada?
Desde el
enfoque de la cognición situada, a estos aprendizajes llegará el estudiante
luego de relacionar el contenido conceptual con su experiencia o en la
medida en que la secuencia didáctica sea lo suficientemente creativa como para
permitirle operar el concepto científico (del que aún no sabe nada) en su
contexto más inmediato y significativo. Es decir, supone que los conceptos
científicos se aprenden de la misma forma en que se aprenden los conceptos espontáneos.
Sin
embargo, los aprendizajes no solo están determinados por la clase de conceptos
que se esperan aprender, también por el grado de desarrollo del sujeto, por
ejemplo, en el contexto del periodo de las operaciones concretas, la didáctica
contextual y situada resulta un recurso muy importante, por cuanto “…los conceptos espontáneos
se adquieren y se definen a partir de los objetos a los que se refieren, por su
referencia”[7],
mientras que tratándose del periodo de
las operaciones formales, en las que el sujeto debe necesariamente operar con
ideas cuya concreción se haya en el mundo de las teorías y no en su
cotidianidad, el enfoque de aprendizaje situado, en mi opinión, no resulta
eficaz.
Desde
luego, las didácticas basadas en el paradigma de la cognición situada pueden
ser útiles a la hora de formar conceptos espontáneos en los estudiantes, pero no
para formar conceptos científicos que implican niveles superiores de
abstracción que no pueden alcanzarse desde el contexto más inmediato de los
estudiantes; cobra relevancia la metáfora platónica sobre el mundo de la ideas,
los conceptos científicos se aprenden en el contexto de un “mundo ideal”,
metafísico, de teorías y abstracciones distintas a la cotidianidad de los
sujetos.
Pienso
que no toda la enseñanza puede ser contextual y no todos los aprendizajes
pueden involucrar conceptos cotidianos. A menudo observo magnificas secuencias
didácticas desplegar todo tipo de actividades creativas para situar en contexto conceptos científicos,
fracasar en su empeño de promover el aprendizaje de estos conceptos; al final del
proceso, clases muy activas, dinámicas, entretenidas, pero sin aprendizajes
conceptuales claros.
Pero
entonces, ¿cómo se aprenden los conceptos científicos y qué modelo
instruccional resulta pertinente para favorecer estos aprendizajes?
Para
Vygotsky los conceptos espontáneos son necesarios en cuanto representan la base
necesaria en la que se apoyan los conceptos científicos, en otras palabras, “…
los verdaderos conceptos solo pueden adquirirse por reestructuración, pero esa
reestructuración sólo es posible si se apoya en asociaciones previas”[9],
sin embargo, una enseñanza basada solo en el contexto de los estudiantes no es
suficiente para el aprendizaje de conceptos científicos.
Además debe considerarse el hecho que los conceptos científicos pertenecen a un marco de referencia específico (un sistema) que determina la validez de sus postulados o presupuestos teoricos, es decir, la validez (reflexión epistemológica) de determinado concepto científico depende del marco de referencia o paradigma al que pertenezca, aspecto que debe hacerse evidente a los estudiantes.
Además debe considerarse el hecho que los conceptos científicos pertenecen a un marco de referencia específico (un sistema) que determina la validez de sus postulados o presupuestos teoricos, es decir, la validez (reflexión epistemológica) de determinado concepto científico depende del marco de referencia o paradigma al que pertenezca, aspecto que debe hacerse evidente a los estudiantes.
En
consecuencia, la enseñanza que privilegie el desarrollo de habilidades de
pensamiento e instrumentos de conocimiento a través por ejemplo de mapas,
mentefactos conceptuales, matrices de cartografía conceptual, matrices para la
comprensión de textos académicos, pueden resultar didácticas mucho más eficaces
para el aprendizaje de conceptos científicos que modelos instruccionales que
solo privilegien el ámbito idiosincrático de los educando.
Figura 2:
Limitaciones de la Cognición situada. Fuente Elaboración Propia.
Queda por
fuera la cuestión de si el aprendizaje de conceptos científicos, es suficiente
para que el sujeto interprete la realidad en forma racional o si los conceptos
espontáneos por ser casi siempre de naturaleza más emocional, determinan la
forma en que los individuos interpretan la realidad y se desenvuelven en ella.
En otras palabra ¿Qué educación es necesaria para formar personas que piensen
más racionalmente (esto es, en forma clara, científica y flexible) en lugar de
las formas distorsionadas, irracionales y emocionales como nos desenvolvemos
aún?
Bibliografía
Diaz Barriga Arceo, F. (2003).
Cognición situada y estrategias para el aprendizaje significativo . Revista
Electrónica de Investigación Educativa REDIE, 105-117.
Ignacio, P. J. (1996). Teorías Cognitivas del Aprendizaje.
Madrid: Ediciones Morata.
[1]
Díaz Barriga Arceo, Frida Cognición situada y estrategias para el aprendizaje
significativo REDIE. Revista Electrónica de Investigación Educativa, vol. 5,
núm. 2, 2003, pp. 105-117
[2]
De Zubiria Samper, Julián ¿Qué modelo pedagógico subyace a su práctica
educativa?
[3]
Díaz Barriga Arceo, Frida Cognición situada y estrategias para el aprendizaje
significativo REDIE. Revista Electrónica de Investigación Educativa, vol. 5,
núm. 2, 2003, pp. 105-117
[4]
Ibídem.
[5] Díaz
Barriga Arceo, Frida Cognición situada y estrategias para el aprendizaje
significativo REDIE. Revista Electrónica de Investigación Educativa, vol. 5,
núm. 2, 2003, pp. 105-117
[6]
Pozo Juan Ignacio, Teorías Cognitivas del Aprendizaje. Ediciones Morata S.L.
1996 Madrid. Páginas de la 191 a la 209.
[7]
Ibídem
[8]
Obra citada.
[9]
Pozo Juan Ignacio, Teorías Cognitivas del Aprendizaje. Ediciones Morata S.L.
1996 Madrid. Páginas de la 191 a la 209.


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